
Dos personas perdieron la vida y varias más resultaron heridas tras un fuerte accidente automovilístico en el tramo Poza Honda, en Juchitán Guerrero.
La madrugada de este 10 de diciembre, la región Costa Chica volvió a estremecerse por una tragedia en la carretera Acapulco–Pinotepa Nacional. Eran aproximadamente las 01:15 horas cuando un vehículo compacto, un Nissan Tsuru, terminó envuelto en llamas después de un impacto cuyas causas aún investigan las autoridades. La vialidad, una de las más transitadas por familias que viajan por motivos de salud y trabajo, quedó marcada por el dolor y la incertidumbre.
Hallazgo entre fuego y urgencia
Protección Civil municipal de Juchitán y elementos de la policía preventiva llegaron como primeros respondientes al tramo conocido como Poza Honda. Al acercarse al automóvil incendiado, ubicaron a tres personas lesionadas, todas con signos vitales, aunque dos presentaban heridas de consideración.
Entre las víctimas se encontraba Margarita Rodríguez Rodríguez, de 38 años y originaria de Azoyú, quien presentaba una posible fractura de fémur y fuertes dolores abdominales. También se auxiliaba a Baldomero Espinobarro Velázquez, de la misma edad, originario de Chilpancingo, con traumatismos en pierna, brazo y abdomen. Ambos fueron trasladados de emergencia al Hospital IMSS Bienestar de Ometepec.
“El fuego ya nos estaba ganando… solo escuchamos los gritos”, relató uno de los elementos de rescate, describiendo la urgencia del momento y la dificultad para aproximarse al vehículo calcinado.
Una familia en ruta médica
Las personas heridas explicaron que viajaban en familia. Seis integrantes regresaban de una cita médica en Ometepec con dirección hacia Azoyú, cuando el trayecto se transformó en tragedia. Dos de ellas quedaron atrapadas dentro del vehículo en llamas y perdieron la vida antes de la llegada de los cuerpos de emergencia.
El conductor, Oscar Hernández Zavaleta, de 28 años, recibió atención en el lugar. Otra pasajera, Karen Arlet Cayetano Ramírez, de 26 años y originaria de Azoyú, también fue trasladada para valoración médica.
La escena dejó constancia de lo frágil que resulta la vida en una región donde los traslados por enfermedad, trabajo o estudio son parte del día a día y donde las carreteras, muchas veces deterioradas o con poca iluminación, se vuelven rutas de riesgo.
Respuesta institucional y llamado comunitario
La presidenta municipal de Juchitán, Ana Lenis Reséndiz Javier, expresó su pesar y reafirmó el compromiso de su administración con la atención de emergencias.
“Seguiremos trabajando para atender situaciones de riesgo y fortalecer la seguridad en nuestra comunidad”, afirmó.
El hecho también abre nuevamente la conversación sobre la necesidad de fortalecer los protocolos de emergencia, mejorar la infraestructura carretera y generar campañas comunitarias para prevenir accidentes, especialmente en rutas con alta movilidad nocturna.
Carreteras que cuentan historias de vida y duelo
En la Costa Chica y La Montaña, miles de familias dependen de sus vehículos para trasladarse a hospitales, mercados y escuelas. No es raro que comunidades enteras recorran distancias largas para recibir atención médica especializada, como ocurrió con esta familia de Azoyú.
Cada accidente automovilístico en la carretera Acapulco–Pinotepa deja más que cifras: deja historias inconclusas y obliga a mirar de frente los retos regionales en materia de movilidad y seguridad.
Un cierre que invita a la acción
Las autoridades continúan investigando las causas del accidente. Mientras tanto, este hecho doloroso nos recuerda la importancia de conducir con precaución, revisar los vehículos antes de un viaje y exigir a los gobiernos municipales, estatales y federales mejores condiciones carreteras.
En Juchitán Guerrero, la madrugada trajo duelo, pero también un llamado urgente a proteger la vida en cada kilómetro recorrido.
