
El Maribús Acapulco, presentado por Claudia Sheinbaum, busca conectar el Malecón con Puerto Marqués como un transporte turístico, pero ha generado críticas por su alto costo y estética anticuada. Con tarifas de 30 pesos para locales, 60 para nacionales y 160 para extranjeros, muchos consideran que excluye a los acapulqueños mientras el transporte terrestre sigue colapsado.
El proyecto implica una inversión de 170 millones de pesos en el Jardín del Puerto y 20 millones en Puerto Marqués, dinero que podría haberse destinado a hospitales, escuelas o transporte urbano. Además, pescadores y prestadores de servicios acuáticos denuncian competencia desleal, ya que el Maribús amenaza sus ingresos.
En resumen, el Maribús se percibe más como un derroche político y espectáculo turístico que como una solución real a la movilidad, evidenciando la desigualdad y abandono de la población local frente al gasto millonario.