
Una joven indígena de 24 años, identificada como Petra Herrera Luna, se encuentra en estado delicado de salud tras haber sido sometida a dos cirugías consecutivas en el hospital IMSS-Bienestar de Tlapa, en la región de La Montaña, a causa de un presunto error médico durante una operación de apendicitis.
Según el testimonio de su madre, Manuela Luna Morales, Petra —quien además es sordomuda— ingresó el pasado jueves 21 de agosto al hospital con fuertes dolores abdominales, luego de que en la clínica de su comunidad le negaran atención médica.
La joven fue diagnosticada con apendicitis y operada la noche del viernes. Sin embargo, tras la intervención, comenzaron complicaciones: la herida quirúrgica empezó a supurar, y aunque inicialmente fue tratada como una infección menor, una segunda opinión médica reveló la presencia de materia fecal, lo que llevó a una nueva cirugía al sospecharse una perforación intestinal ocasionada durante la primera operación.
“Me dijeron que había dos caminos: o se cura o se muere. Yo solo les pedí que me la salvaran”, declaró su madre, visiblemente afectada.
Exigen responsabilidad y transparencia
Hasta ahora, la familia denuncia que el hospital no ha proporcionado el nombre del médico que realizó la primera intervención quirúrgica, y tampoco ha ofrecido apoyo económico ni institucional, a pesar del delicado estado de salud de Petra.
La joven no puede ingerir alimentos, presenta vómitos constantes y requiere atención médica especializada. Su familia ha tenido que gastar más de 10 mil pesos en estudios, medicamentos e insumos en menos de una semana, monto que no pueden solventar por su cuenta.
“Yo solo la traje por apéndice. De haber sabido, me la llevo a una clínica particular”, lamentó Manuela Luna entre lágrimas.
El hospital guarda silencio
Hasta el momento, el hospital IMSS-Bienestar de Tlapa no ha emitido ningún posicionamiento oficial sobre lo ocurrido, lo que ha generado molestia entre organizaciones locales y pobladores de la región, quienes exigen que se investigue la presunta negligencia médica y se sancione a los responsables.
La familia Herrera Luna exige que el hospital asuma la responsabilidad por el daño causado y cubra los gastos médicos derivados de la segunda cirugía y del tratamiento actual.
Este caso pone en evidencia la vulnerabilidad de las comunidades indígenas ante deficiencias en el sistema de salud pública, especialmente en zonas rurales y de alta marginación como la Montaña de Guerrero.