
Lo que debía ser un momento de esperanza para una familia indígena mixteca se convirtió en tragedia. El pasado 3 de agosto, un recién nacido perdió la vida por presunta negligencia médica en el Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ayutla, denunciaron los padres y la organización Frente Nacional por la Liberación de los Pueblos (FNLP).
La madre, Lucina Oliva Victoria, integrante del FNLP, llegó al hospital el 1 de agosto, acompañada de su esposo Rodrigo Alberto Lucía, pero no fue atendida bajo el argumento de falta de personal, camas y equipo médico disponible, según relató Hoger Morales Miranda, dirigente de la organización.
Lucina no fue valorada por ningún médico hasta el día siguiente, y pese a que su fuente se rompió afuera del hospital, no recibió atención inmediata. Según el testimonio, no fue sino hasta que los familiares comenzaron a gritar y exigir atención que el personal médico “apareció” para intervenir.
Ya en estado crítico, a las 3:00 de la madrugada del domingo 3 de agosto, el personal del hospital informó al esposo que no había ambulancia disponible para trasladarla a un centro médico en Acapulco o Chilpancingo, y que el director del hospital, Pablo Navarrete Calendario, no respondía a las llamadas.
“Por la atención tardía y la falta de respuesta oportuna, el bebé falleció”, acusó Morales Miranda.
El FNLP exige a la Secretaría de Salud del estado una investigación inmediata, la destitución del director del hospital y una revisión integral del servicio médico que se brinda en Ayutla, particularmente a las comunidades indígenas, quienes siguen enfrentando un sistema de salud excluyente y deficiente.
La familia, devastada, ha exigido justicia, mientras que la comunidad se une al clamor por un servicio médico digno y humano, que no discrimine ni ignore a los sectores más vulnerables.