
En Tlapa de Comonfort, corazón de la Montaña guerrerense, hay un hombre que presume ser indígena, pero gobierna como los viejos caciques de la Revolución. Se llama Gilberto Solano Arreaga, y su historia está escrita con amenazas, millones sin comprobar, violencia electoral… y un discurso que ya nadie cree.
Fue en 2021 cuando llegó al poder, no por la vía del respeto al voto… sino por la vía del miedo. La jornada electoral en Tlapa fue marcada por el robo de casillas, hombres armados y paquetes electorales desaparecidos. Morena denunció el fraude. Solano se impuso a la fuerza. Y desde entonces, Tlapa vive en la simulación.
Presume obras. Pero… ¿dónde están?
Hay calles sin pavimentar, colonias con fugas, y obras menores presentadas como grandes logros.
Una barda se vuelve “centro cultural”. Una techumbre se presume como “infraestructura digna”.
Tlapa no ve progreso. Solo ve propaganda.
Pero lo más grave… son los millones que no aparecen.
La Auditoría Superior de la Federación detectó más de 2.5 millones de pesos sin justificar.
Obras adjudicadas sin licitación. Servicios que nadie vio. Empresas fantasma.
Y mientras tanto, él sonríe frente al micrófono, hablando de justicia para los pueblos.
Porque cuando las comunidades se inconforman… las presionan.
Líderes comunitarios han denunciado que para obtener apoyos u “obritas”, tienen que apoyar a Solano.
Nada se mueve sin su aval. Y si protestas, te dejan sin nada.
Y aún así… fue reelecto en 2024.
¿Cómo?
Con una “consulta indígena” amañada. Con el respaldo del sistema.
El Tribunal Electoral del Estado desechó las pruebas de corrupción y ratificó su triunfo.
Como si Tlapa fuera un feudo, y Gilberto, su dueño.
Hoy, Gilberto Solano inicia un nuevo periodo.
Pero el pueblo sigue igual: con calles destruidas, sin agua, con comunidades olvidadas.
Él se viste de indígena. Habla de raíces. Pero gobierna con los mismos vicios del PRI de los 80.
Un hombre que traicionó el discurso que lo llevó al poder.
Un político que no respeta al pueblo… solo lo utiliza.
Tlapa no necesita discursos. Necesita justicia.
Tlapa no necesita caciques modernos. Necesita dignidad.