
Comunidades mixtecas denuncian discriminación y exigen respeto a los acuerdos sobre caminos artesanales, ante recortes presupuestales que afectarían su única vía de conexión regional.
“Nos han dicho sáquense para allá porque ustedes apestan; para nosotros eso es una ofensa”. Con esta frase, pobladores de Joya Real, en el municipio de Cochoapa el Grande, describieron el trato recibido por parte de directivos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), quienes –según denuncian– buscan modificar los alcances de los caminos artesanales que la Federación construye en la región.
Las comunidades, ubicadas entre la Montaña Alta y su franja de conexión con Ometepec, advirtieron que no permitirán recortes presupuestales que frenen la obra más importante para su movilidad y desarrollo.
Comunidades alertan: recortar caminos es recortar futuro
Autoridades comunitarias de Cochoapa informaron que los ajustes planteados por funcionarios federales reducirían el alcance del camino artesanal que une sus comunidades con municipios de la Costa Chica. La propuesta, dijeron, viola convenios establecidos previamente, donde se definieron los mecanismos de construcción y el presupuesto necesario para concluir los tramos planificados.
“No es justo que los más pobres del país sean quienes reciban los recortes”, expresaron habitantes durante una reunión sostenida en Chilpancingo. Recordaron que Cochoapa el Grande es uno de los municipios con mayor rezago del país, por lo que cualquier obra de infraestructura representa una diferencia real en oportunidades, acceso y bienestar.
Para las comunidades, la carretera artesanal no es un lujo: es el único acceso para transportar alimentos, llevar enfermos, sacar cosechas y conectar a decenas de familias que viven en zonas de difícil acceso.
Denuncian discriminación por parte de funcionarios
La molestia comunitaria no se limita al recorte presupuestal. Pobladores denunciaron que fueron insultados y tratados con desprecio durante reuniones con personal de la SICT. Las expresiones discriminatorias, afirman, reflejan el clasismo que históricamente ha marginado a los pueblos indígenas.
“Somos mixtecos y vivimos lejos, pero no por eso merecemos que nos humillen”, expresaron autoridades presentes. Añadieron que el trato recibido revive viejas prácticas institucionales que desvalorizan el trabajo comunitario y los derechos de los pueblos originarios.
Desde Joya Real recordaron que los caminos artesanales han sido promovidos por el propio gobierno federal como un modelo de construcción comunitaria, pero ahora, dicen, está en riesgo por decisiones unilaterales que desconocen su esfuerzo y organización.
Miedo a volver al aislamiento
Los habitantes de Joya Real y de otras comunidades vecinas señalan que un recorte dejaría inconclusos tramos clave. La preocupación es clara: si el camino no se completa, se volverán a quedar aislados, especialmente en temporada de lluvias, cuando los derrumbes y barrancas hacen imposible el tránsito.
“Ya estamos cansados de que siempre se afecte a los pueblos más pobres, pero se presuma nuestra cultura como si fuera adorno”, mencionó un comunero. La percepción general es que, mientras los pueblos originarios son usados como emblema cultural ante el país y el mundo, las obras básicas siguen quedando rezagadas.
Preparan movilizaciones en la capital
La dirigencia comunitaria, encabezada por la Lic. Elvira García Rodríguez, advirtió que no descartan realizar bloqueos y movilizaciones en Chilpancingo. La medida, dijeron, busca hacer valer los convenios firmados con la Federación y presionar para que el camino no sea afectado.
“Si no respetan lo acordado, vamos a la capital. No vamos a permitir que los recortes caigan otra vez sobre las comunidades indígenas”, señaló García Rodríguez.
Un reclamo legítimo ante un rezago histórico
Las comunidades mixtecas de Cochoapa el Grande han cargado por décadas con los efectos de abandono institucional. Hoy, defender los caminos artesanales es defender la posibilidad de salir del aislamiento y abrir puertas al desarrollo.
La exigencia es clara: respeto, dignidad y cumplimiento. Para las familias de la Montaña Alta, no se trata sólo de obra pública, sino del derecho a ser escuchados y tratados con la misma importancia que cualquier otra comunidad del país.
