La comparecencia del tesorero municipal terminó sin respuestas claras, alimentando dudas sobre la rendición de cuentas municipal y el manejo real de recursos públicos en San Marcos.

Una comparecencia que inició con expectativa y cerró en silencio
La vigésima primera sesión de Cabildo en San Marcos prometía claridad. El tesorero municipal había sido citado para explicar el manejo de recursos, especialmente ante señalamientos previos sobre deudas, retenciones y pagos irregulares. Sin embargo, lo que ocurrió fue una escena desconcertante: la comparecencia terminó casi tan rápido como empezó.
El funcionario optó por entregar únicamente un oficio, sin exponer verbalmente información, acciones, ni el estado real de las finanzas. Para regidores y ciudadanía, el mensaje fue claro: más silencio que transparencia.
En la Costa Chica, donde la gente ha aprendido a leer entre líneas, esta actitud despierta sospechas: ¿qué no se quiere explicar?, ¿qué se está ocultando?, ¿por qué un tesorero afirma que es tesorero, pero dice no manejar información?
Un oficio que evade más de lo que explica
El análisis del documento presentado revela un patrón de evasión sistemática. Frente a cada punto solicitado, la Tesorería respondió con tecnicismos, frases genéricas o señalamientos al pasado, pero sin asumir responsabilidades presentes.
A continuación, el desglose:
1. ISR, ISSSTEP y 3% sobre remuneraciones: “No genero esa información”
El tesorero argumentó que esa documentación no es producida por su área.
Pero esta postura choca de lleno con el principio de máxima publicidad, eje de la transparencia en México. Como titular de la dependencia encargada de administrar los recursos públicos, su responsabilidad no se limita a “lo que genera directamente”, sino también a coordinar, solicitar y entregar información que forma parte del sistema financiero municipal.
Responder “no me corresponde” es, en efecto, renunciar a su propio rol. La respuesta profesional hubiera sido gestionar la información con el área correspondiente y entregarla. Lo que dio, más bien, fue un portazo burocrático.
2. Aguinaldo y prima vacacional: “Se pagará en términos de Ley”
La frase suena correcta, pero es vacía. La solicitud no buscaba una obviedad legal, sino datos: fechas, montos, disponibilidad presupuestal, avances del proceso.
Decir “se pagará según la ley” es como no decir nada. Es el tipo de respuesta diseñada para cumplir sin informar.
3. Devolución de ISR: culpar al pasado sin asumir el presente
Aquí el tesorero admitió que la administración anterior no pagó ISR. De ser cierto, hablamos de un posible desvío de recursos y de un daño directo a los trabajadores.
Pero su respuesta se detuvo ahí. No explicó qué está haciendo esta administración para corregir el problema, para garantizar derechos laborales o para evitar consecuencias legales para quienes están en nómina hoy.
Lo que debería ser un plan de acción se convirtió en una cortina de humo.
Una defensa débil en un contexto institucional frágil
La conclusión es contundente: la “defensa” del tesorero no es una defensa. Es un acto de opacidad, una negativa a colaborar y un intento de esquivar la responsabilidad que su cargo exige.
En San Marcos, donde la confianza en el gobierno ya es frágil, respuestas así profundizan la crisis de credibilidad. Se vuelve urgente que órganos como la Auditoría Superior, el Instituto de Transparencia o incluso la Fiscalía Anticorrupción intervengan para exigir información completa.
El pueblo merece claridad. Los trabajadores merecen certeza. Y la Tesorería, hoy más que nunca, debe dejar de esconderse detrás de oficios que no dicen nada.
