
Habitantes del tramo carretero El Coyul–Arroyo Prieto realizaron una jornada de limpieza y mantenimiento con apoyo del programa Sembrando Vida, fortaleciendo la movilidad y el tejido comunitario.
En un ambiente de colaboración y esfuerzo compartido, mujeres y hombres de la comunidad se reunieron para atender una necesidad común: mejorar las condiciones del camino que conecta El Coyul con Arroyo Prieto, en Guerrero. La actividad, respaldada por el programa Sembrando Vida, reunió a decenas de personas que dedicaron parte del día a limpiar bordes, retirar basura, desyerbar y apoyar en el mantenimiento del pavimento.
Manos que cuidan el territorio
Desde temprano, herramientas en mano, habitantes de ambas localidades se organizaron para dividir tareas y cubrir el tramo carretero donde el monte, la tierra acumulada y la falta de mantenimiento dificultaban el paso. En estas zonas, donde los caminos son esenciales para trasladar productos del campo, llegar a la escuela o acudir a una consulta médica, el esfuerzo colectivo se vuelve clave para sostener la vida cotidiana.
La jornada no solo mejoró la vialidad; también fortaleció la convivencia y la organización interna, dos pilares profundamente arraigados en los pueblos de Costa Chica y La Montaña.
Acompañamiento de Sembrando Vida
El apoyo del programa Sembrando Vida Guerrero permitió contar con insumos básicos y facilitadores comunitarios que acompañaron las labores. Aunque su enfoque principal es el impulso al campo y la reforestación, muchas de sus actividades terminan fortaleciendo también la infraestructura social de los pueblos.
En este caso, la presencia de sus beneficiarios y técnicos comunitarios ayudó a coordinar el retiro de ramas y maleza, así como la adecuación de espacios para evitar que el agua de lluvia deteriore aún más el pavimento.
Reconocimiento del Comisario Municipal
El comisario municipal expresó públicamente su agradecimiento a todas las personas que participaron, reconociendo que sin la cooperación entre programas sociales y la propia comunidad, estas acciones serían más difíciles de concretar.
“Apreciamos el compromiso de cada quien. Este trabajo social es para el bien de todos y demuestra que nuestra comunidad sigue unida y con ganas de avanzar”, señaló la autoridad local.
Sus palabras reflejan una realidad constante en la región: las comunidades no esperan a que las soluciones lleguen solas. Caminan, limpian, siembran, mantienen y sostienen su territorio con la fuerza de lo colectivo.
Camino más seguro y conectado
El tramo carretero El Coyul–Arroyo Prieto es vital para familias productoras y estudiantes que viajan diariamente. Con la limpieza realizada, disminuyen riesgos de accidentes, aumenta la visibilidad para motociclistas y automovilistas, y se evita que la maleza limite el paso durante la temporada de lluvias.
Los habitantes confían en que estas jornadas continúen y que las autoridades municipales y estatales se sumen con maquinaria o recursos adicionales para garantizar un mantenimiento más profundo.
Trabajo comunitario que siembra futuro
La jornada dejó clara una verdad que se repite en los pueblos: cuando la comunidad se organiza, el territorio florece. Ya sea a través de programas como Sembrando Vida o por iniciativa propia, el esfuerzo conjunto sigue siendo la principal herramienta para mejorar las condiciones de vida.
El Coyul y Arroyo Prieto mostraron una vez más que el cuidado del camino es también cuidado de la comunidad.
